Carta a mi Padre
Querido Papa
Ya hace una semana que nos dejaste ( 22/09/06) a las 12h33. Quiero darte las gracias por esperar a mi hermana Beatriz para marcharte. La noche anterior me encontraba contigo. Me sentí muy contento que poco a poco te desasosiego de las noches anteriores desapareciera. Te fuiste feliz. Una felicidad que no encontraste en la vida. Una vida llena de miedos complejos te nublaron la vista y te impidieron llegar a la felicidad.
Toda mi vida he intentado comprenderte. Te creías siempre prefecto, pensabas que todo el mundo te atacaba, tu familia te odiaba. Tengo que reconocer que muchas veces he tenido sentimientos muy contradictorios hacia a ti. Mis bloqueos emocionales, mi contracción ante la vida te lo debo.
Quiero que sepas que a pesar de todo me siento orgulloso y feliz del tiempo que he convivido contigo. El universo te ha puesto en esta realidad para jugar un papel. Te lo agradezco. Tu conducta ha sido un estimulo personal de crecimiento. Tengo delante una importante obra de creación que es mi propia vida. Ahora estoy convencido que no podías llegar a más puesto que así veáis la realidad
“ Ser integro” es el secreto de la felicidad y lo he aprendido gracias a ti. Ser integro significa “ ser”, es decir expresar quién soy, que soy de forma libre sin miedo y apegos que nubla todo acto que ejecutamos en la vida cotidiana. Esta concepción se concibe con una tranquilidad de espíritu gracias a la cuál nuestros sentimientos de soledad, de falta de amor desaparecen, miedo. No tenemos que demostrar nada sólo ser. Un gran desafió que será el fundamento de mi vida. La paz en el mundo solo puede conseguirse de esta manera. Las grandes religiones siempre nos han dicho que el hombre debe de “llegar a dios”. Esto último significa ser integro.
Gracias papa por todos por las buenas experiencias que he vivido contigo. Espero que aún día podemos seguir perfeccionarnos. Recibe todo mi amor de tu hijo Daniel
Un beso,
Daniel
